EL ORIGEN DE MEMORA

Mèmora nace de una idea simple pero exigente: hacer vino con verdad.

Sin adornos

Si ocultar procesos

Sin discurso de Marketing

Solo enología y criterio

Sin adornos

Si ocultar procesos

Sin discurso de Marketing

Solo enología y criterio

Somos una microbodega mexicana que trabaja en escalas pequeñas porque cada vino merece atención, no producción masiva. Cada añada es distinta. Cada lote exige decisiones técnicas conscientes. Nada se repite por inercia.

Hacer vino en México implica riesgo, aprendizaje y convicción. Por eso Mèmora no surge como una marca aspiracional, sino como un homenaje a la transformación: la del fruto, la del tiempo y la del propio enólogo.

Somos una microbodega mexicana que trabaja en escalas pequeñas porque cada vino merece atención, no producción masiva. Cada añada es distinta. Cada lote exige decisiones técnicas conscientes. Nada se repite por inercia.

Hacer vino en México implica riesgo, aprendizaje y convicción. Por eso Mèmora no surge como una marca aspiracional, sino como un homenaje a la transformación: la del fruto, la del tiempo y la del propio enólogo.

Somos una microbodega mexicana que trabaja en escalas pequeñas porque cada vino merece atención, no producción masiva. Cada añada es distinta. Cada lote exige decisiones técnicas conscientes. Nada se repite por inercia.

Hacer vino en México implica riesgo, aprendizaje y convicción. Por eso Mèmora no surge como una marca aspiracional, sino como un homenaje a la transformación: la del fruto, la del tiempo y la del propio enólogo.

Nuestro trabajo se sostiene en cuatro principios:

Nuestro ícono, basado en formas cíclicas y memoria orgánica, representa justo eso: raíces, proceso y cambio.

Nuestro trabajo se sostiene en cuatro principios:

Mèmora no busca perfección estética. Busca coherencia técnica, intención y honestidad absoluta.

Cada botella expresa una decisión, no una tendencia. Una convicción, no una narrativa gastada.

Una identidad construida desde la transparencia, no desde los clichés del vino.

Mèmora no busca perfección estética. Busca coherencia técnica, intención y honestidad absoluta. Cada botella expresa una decisión, no una tendencia. Una convicción, no una narrativa gastada. Una identidad construida desde la transparencia, no desde los clichés del vino.

Mèmora existe porque hay personas que se acercan al vino con curiosidad y sin miedo a aprender. Personas que valoran entender cómo se hizo un vino, por qué sabe como sabe y qué decisiones lo llevaron a ese punto.

Esa curiosidad nos inspira, pero también nos compromete a inspirarte de vuelta: con claridad técnica, sin pretensiones y sin el lenguaje elitista que aleja en lugar de acercar. Queremos que redescubras el vino desde su proceso real: el origen, las fermentaciones, la crianza, las decisiones que lo moldean. No desde el mito ni desde el marketing.

Mèmora existe porque hay personas que se acercan al vino con curiosidad y sin miedo a aprender. Personas que valoran entender cómo se hizo un vino, por qué sabe como sabe y qué decisiones lo llevaron a ese punto.

Esa curiosidad nos inspira, pero también nos compromete a inspirarte de vuelta: con claridad técnica, sin pretensiones y sin el lenguaje elitista que aleja en lugar de acercar. Queremos que redescubras el vino desde su proceso real: el origen, las fermentaciones, la crianza, las decisiones que lo moldean. No desde el mito ni desde el marketing.

Mèmora cree en una comunidad que comparte, pregunta, prueba y entiende. Una comunidad que elige vinos por su coherencia, no por modas.

Por eso trabajamos en microproducciones.
Por eso mostramos cómo decidimos cada paso.
Por eso hablamos directo, siempre.

Cuando un vino se hace con criterio y se comunica con honestidad, surge una relación auténtica entre quien lo elabora y quien lo bebe. Mèmora te inspira tanto como tú inspiras a Mèmora.

Mèmora cree en una comunidad que comparte, pregunta, prueba y entiende. Una comunidad que elige vinos por su coherencia, no por modas.

Por eso trabajamos en microproducciones.
Por eso mostramos cómo decidimos cada paso.
Por eso hablamos directo, siempre.

Cuando un vino se hace con criterio y se comunica con honestidad, surge una relación auténtica entre quien lo elabora y quien lo bebe. Mèmora te inspira tanto como tú inspiras a Mèmora.